“-¿He perdido la
razón?
-Me temo que sí,
estás demente.
-Pero te diré un
secreto: Las mejores personas lo están”
Se necesita demasiada locura para soltar
la rama en la que se ha estado sosteniendo por tanto tiempo y aventar el cuerpo
al vacío confiando en la idea de que sus alas, tal vez aun pequeñas, serán
capaces de levantarle en vilo hacia donde sus sueños apuntan. Por tal razón la locura es el primer rasgo de una
mente emprendedora. Dicha locura se hace acompañar de otros rasgos
indispensables que harán que un emprendedor logre el éxito en su misión.
Sumergirse en la demencia del emprendedor (si me permiten
nombrarle así con la mejor de las intenciones) es un deporte extremo, pues encontrarás
que él no pretende esperar a que las cosas sucedan, pues debe seguir su camino
con la mira puesta en su objetivo, aunque el camino no parezca tan claro o
controlable. El Emprendedor sabe que habrá retos, amenazas y momentos de
debilidad, pero más allá, sabe que sus debilidades le harán fuerte y que de sus
amenazas hará oportunidades. Por eso la Pasión
por los Riesgos, es su segundo acompañante.
La experiencia es la universidad del éxito y el emprendedor
lo sabe, así que no pretende adquirirlo todo en las aulas, ni esperar a saberlo
todo para avanzar. La experiencia es aprender de los rastros que vas dejando en
el camino, como mapas que te muestran qué caminos seguir y cuales evitar en
futuras ocasiones. Aprender de la
experiencia y de su entorno en general, es el tercer compañero del
emprendedor, pues él sabe mejor que nadie que “Todo tiene una Moraleja, solo falta saber encontrarla.
El cuarto compañero a bordo será Reconocer el valor del tiempo
y la influencia directa que tiene en el logro de su misión, es algo que la
mente emprendedora no puede dejar de lado. Es consciente de que el tiempo no se
pierde, sino que él se puede perder con el tiempo. Que el tiempo es verdugo o
amigo, dependiendo del lado de la manecilla en que se coloque. Sabe que debe
aprovechar los días, las oportunidades y que, cada momento puede ser definitivo
para su empresa.
“Si conocieras el
tiempo, tan bien como yo, no hablarías de perderlo.”
Hablemos del quinto compañero en el viaje del
emprendimiento: Saber a dónde se dirige,
y pareciera que volvemos al principio, pero no estamos perdiendo el tiempo en
redundancias, ni mucho menos cayendo en contradicciones, sino enfatizando en
que si en tu mente está una voz susurrando que es hora de emprender, deberás saber
¿Qué quieres lograr? ¿A dónde quieres llegar? no preocupándote por las minucias
de los tropiezos, sino con pies de plomo sobre el camino.
Antes de soltar la rama segura del árbol sobre el que te
has mantenido desde hace tiempo, sano y salvo, debes reflexionar:
-¿Qué camino debo
tomar para salir de aquí?
- Eso depende
mucho de a dónde quieres ir
- Poco me preocupa
a dónde ir.
- Entonces, poco
importa el camino que tomes.
Si este diálogo se asemeja a tus pensamientos, entonces no
avances, aun no es momento de emprender. Te hace falta un poco más de locura. Recuerda,
lo primero es saber hacia dónde te diriges, ya sobre el camino irás aprendiendo
de la experiencia. Siempre es triste ver a polluelos estampados contra el piso
por no haber tenido la suficiente precaución, controlando su desmedida locura.
“Comienza por el
principio y luego continúa hasta que llegues al final. Entonces para.”
Fragmentos tomados del libro Alice's Adventures in Wonderland de Lewis
Carroll
Felicidades...esta muy interesante, pero para la otra, pon tu nombre como creador de dicho texto, así es más fácil que se respete tu autoría.
ResponderBorrar¡Hola!
BorrarGracias por la observación, tienes razón s eme pasó y ya lo coloqué. Aprovecho para agradecerte también por leerme.
¡Que tengas un feliz día!
Se me hace tan interesante su manera de interpretar el emprendimiento con una metáfora de vuelo es tan acertado y tan exacto que me inspira para forjar las alas lo mas sólido que puedan estar :) interesante artículo me gustaría saber más sobre el tema. Saludos
ResponderBorrarArlett...